viernes, 20 de marzo de 2020

Plataformas de aprendizaje virtual y tareas a distancia

En estos días, han circulado chistes, videos y comentarios de maestros y profesores acerca de la sobrecarga que supone el envío de tareas a los alumnos a través de plataformas de apendizaje, la corrección de dichos ejercicios, la sobreabundancia de mails del alumnado y el agobio que todo esto supone para el cuerpo de profesores.
Conviene, entonces, reflexionar acerca de algunas decisiones didácticas útiles a la hora de diseñar actividades en línea:

Enseñar y aprender virtualmente no es una copia fiel de lo que -como docentes- haríamos en una clase.  El aprendizaje mediado por los recursos tecnológicos supone cambios significativos en su planificación e implementación:

  • Es preciso reformular las propuestas ofrecidas a los alumnos para convertirlas en eficaces en la virtualidad. 
  • Las preguntas que guían el diseño de una propuesta virtual apuntan a qué queremos que los alumnos aprendan y qué van a hacer para aprenderlo. Es decir, focalizar la temática y la actividad del alumnado.  
  • Plantear problemas, desafíos, situaciones  a resolver; no sólo cuestionarios.. 
  • Subir a la plataforma una extensa guía de trabajo para que cada uno la conteste individualmente  y la entregue no garantiza el aprendizaje
  • Es importante diseñar propuestas donde los alumnos tengan que interactuar a partir de las consignas y los materiales virtuales: foros de discusión, paneles, wikis o documentos colaborativos, líneas de tiempo, mapas conceptuales, juegos,  etc. Para tal fin, existen numerosas aplicaciones que pueden ser útiles. Muchas están incluidas en las mismas plataformas de e-learning. 
  • Distinguir claramente cuáles actividades serán grupales y cuáles para resolver individualmente. Organizar los agrupamientos. 
  • Establecer tiempos para la participación colectiva  que el docente puede ir monitoreando durante el proceso. La inmediatez conspira en los procesos de aprendizaje mediados por la tecnología. 
  • Incluir en la propuesta alguna instancia de chat o videoconferencia donde alumnos y docentes puedan vincularse para conversar sobre las dudas, orientar los trabajos y mantener activo el vínculo entre el que enseña y los que aprenden. 
  • Finalmente, dos cuestiones ineludibles: 1)  revisar la elaboración de las consignas que tienen que ser claras, precisas, secuenciadas. Recordemos que el vínculo ya no es "cara a cara" sino mediatizado y asincrónico. 2) Explicitar claramente las instrucciones de uso del espacio virtual o de la aplicación que estemos utilizando. 

Norma Del Buono
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