El discípulo hace llegar al sabio que
vive perdido en el bosque un pedido para ir a verlo. Y el sabio le responde:
"Claro, venga... venga a verme". Sólo que el camino es muy largo. Sin
embargo, el discípulo sale. El camino está constantemente sembrado de
obstáculos y, seguramente, es el maestro el que los coloca.
Pero el discípulo llega al final:
supera todos los obstáculos y se presenta ante el maestro. Entonces, ambos se
encuentran como iguales, como pares. Porque lo que importa, en definitiva, no
es el maestro, sino el camino.
Henry Miller, Parábola
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