El viernes, en el curso La lectura del texto literario, una docente pidió que yo aclarara la diferencia entre secuencias didácticas y proyectos. Di, en ese momento, una definición oral de cada uno de los puntos. Para aclarar cualquier duda, retranscribo las palabras de la especialista Delia Lerner:
1. Los proyectos son situaciones didácticas en las cuales alumnos y docentes se encuentran comprometidos en torno a un propósito y un producto final. Las acciones que se proponen a través del tiempo guardan entre sí relaciones necesarias y cobran sentido en razón de aquello que se desea producir.De acuerdo al tiempo, podrían resultar proyectos a corto plazo o “proyectos de larga duración”. Los primeros suelen desarrollarse en general de manera cotidiana aproximadamente durante un lapso quincenal, de un mes o dos meses... Los proyectos permanentes transcurren durante todo el ciclo lectivo o en gran parte del mismo, por lo que su tratamiento en el aula suele realizarse de manera menos frecuente, es decir, un día semanal o quincenal (…).
2. Las actividades permanentes, a diferencia de los proyectos, no se articulan en torno a un producto final, sin embargo, comparten con aquellos la posibilidad de retomarse en el tiempo de acuerdo a propósitos definidos por niños y docentes. En este sentido, las actividades permanentes pueden desarrollarse a través del ciclo lectivo o en gran parte del mismo, retomándose en el tiempo con una frecuencia variada: la hora de las “curiosidades científicas”, “recomendaciones de espectáculos”, actividades en torno de la biblioteca áulica y escolar, es decir, actividades permanentes de lectura por los niños, de lectura del maestro, de discusión para la recomendación bibliográfica a otros grupos escolares; situaciones diarias de escritura en pequeños grupos, individual o colectiva en el cuaderno o en la carpeta de clase para registrar, organizar y guardar memoria de la acción cotidiana en relación con los proyectos implementados, etc.
3. En cuanto a las situaciones didácticas independientes, Lerner diferencia entre las situaciones ocasionales y las de sistematización. Las primeras "son aquellas que no forman parte de los proyectos y las actividades en curso, pero que son consideradas valiosas como situaciones de trabajo con los niños. Pueden ser propuestas por el maestro o por los niños: escritura de una carta a un compañero ausente, colaboración escrita ocasional para un mural de la escuela, juego del amigo invisible, listado de elementos necesarios para un día de recreación, lectura de un material interesante aunque no vinculado con una actividad en desarrollo, etc."
Las situaciones de sistematización, en cambio, " guardan siempre una relación directa con los objetivos didácticos y con los contenidos que se están trabajando, porque apuntan justamente a sistematizar los conocimientos lingüísticos construidos a través de las otras modalidades organizativas. Pe. : después de haber realizado una secuencia centrada en la lectura de fábulas, se genera una situación cuyo objetivo es reflexionar acerca de los rasgos que caracterizan a las fábulas y las diferencian de los cuentos..."